REPORTAGE






 "UN DEPORTE CON UNA VIDA DE VALORES HUMANOS"


Jigoro Kano creó el Judo hacia finales del siglo XIX creando una variante del Jiu Jitsu. Creó un arte marcial basada en la defensa, el desequilibrio y el uso de la fuerza del contrario. A diferencia de muchas otras artes marciales, el Judo es el padre de la defensa. Esto le da una filosofía más honorífica y pura que a las demás, aunque tienen valores similares. Cuando éste japonés creo el Judo, seguramente no imaginaba la gran acogida que tiene hoy día. En la actualidad es un deporte internacional con más de diez millones de practicantes y mantiene en su práctica la terminología japonesa, cosa que honra la historia de este deporte.


Entreno de los adultos en el Club de Judo Begues
Promueve valores físicos, mentales y espirituales. Además, es una filosofía de vida. Intenta conseguir que mente y físico estén en estado de equilibrio y armonía. Contempla los valores fundamentales para poder vivir en sociedad, como son la austeridad, el honor, la amistad y el compañerismo. También, el respeto, la lealtad y la gratitud. Todos estos conceptos hacen que aquél que practique Judo no sólo aplique esto cuando está en un tatami, sino también en su día a día dentro de esta sociedad, donde la falta de estos valores es más que visible. Por tanto, el Judo es una arte marcial completa, es decir, un deporte que abarca tanto ámbitos psicológicos y físicos como sociales. Un deporte que, cuando se es niño, los valores fundamentales se enseñan a través de juegos y dinámicas que calan dentro de los judokas. Una vez estos han crecido estos juegos pueden convertirse en deporte de alto rendimiento, aquí es cuando deja de ser un juego y pasa a ser una pasión y forma de vida. Y es que cada día que pasa es un deporte más internacional. Un dato interesante es que en las representaciones olímpicas de la disciplina en la categoría femenina, predominan las judokas británicas, españolas y latinoamericanas.

Clase de los de P-4, los pequeños del Club de Judo Begues con su profesor Pablo Rivera


Por lo tanto, es un deporte educativo. Enseña tanto su técnica como unos valores de conducta que sorprenden a más de uno. Como bien explica Jovanny Mero en su entrevista, el Judo ayuda a los niños a tranquilizarse, pero estando activos en el día a día y siempre con disciplina. Les da unos toques de moral que hacen del judoka un ser más educado. Y por estos dones que otorga su práctica, la UNESCO lo consideró el mejor deporte para los más pequeños.


Gisela Molina calentando antes de entrenar
La UNESCO promueve la educación física y el deporte como un estilo educativo con un papel muy importante, ya que puede desempeñar no sólo el desarrollo cognitivo y físico. Considera que la educación física y el deporte ayuda a desarrollar aptitudes “genéricas” y los potenciales cognitivo y físico de los niños. De ese modo, se proporciona a los niños las bases necesarias para su construcción y realización, personal y del bienestar. Incluso apoya los valores que transmite e inculca el deporte como el respeto de las normas, el respeto del ganador hacia el perdedor así como el reconocimiento del perdedor de que el ganador fue mejor que él, y la negativa a admitir trampas para conseguir la victoria a toda costa. Y es que tanta es la repercusión del Judo que incluso la UNESCO lo declaró  como deporte “ideal” para los niños, ya que esta disciplina deportiva favorece a infinidad de situaciones de aprendizaje, además recalca valores como el respeto, el compañerismo, la constancia y la disciplina. El judo, no sólo apuesta por una educación física sino que también humana. Este hecho sorprender a algunos, pero  no a los que han dedicado su vida para este deporte, como el maestro judoka Joaquim Altisent, que cuenta con total naturalidad que la faceta deportiva del Judo no es la más importante, sino los valores humanos que comporta este deporte. Y eso no significa que sea menos para las personas adultas. Para estas últimas, también es un deporte recomendable, ya que es un deporte que te ayuda en el autocontrol personal, el respeto, equilibrio y armonía de cuerpo y mente.

Clase de los de 2º y 3º del Club de Judo Begues
La visita a un club de Judo de una pequeña localidad cercana a Barcelona, Begues, nos ha corroborado tanto los valores como las características especiales del Judo. Nos encontramos unos cien niños que afirmaron que en el Judo aprendes tanto físicamente como mentalmente, y que además haces amigos. La evolución de la historia del Club de Judo Begues va ligada a los valores del Judo, demostrando que los valores que transmite  no sólo se quedan en el deporte. Y otro claro ejemplo de los valores es el alumno Pablo Rivera, que gracias a este deporte le influyeron sus valores, afirmando que pasó de niño rebelde a profesor del arte marcial gracias a lo que aprendió con él.


Clase de los de 2º y 3º del Club de Judo Begues
Sin duda alguna, el Judo es una filosofía de vida. Sin quererlo, te encuentras envuelto en unas maneras de convivir y aprender que transforman para bien tu personalidad. No te cambian a ti, cambian tu manera de ser ante la gente, el respeto hacia ellos y hacia ti. Es un deporte que ayuda en lo físico y en lo psicológico, por el gran trabajo físico que ejercen los judokas como el gran trabajo educativo y moral que conlleva. Y lo mejor es que no es una imposición ni un aprendizaje, es un aurea que envuelve el nombre de este arte marcial que acabas inspirando a medida que lo practicas. Ni te hará mejor o peor el practicarlo o no, pero si ayuda a realizarte interior y exteriormente. Es mucho más que un simple deporte.


Adrià Molina, contento por ser finalista en un juego llamado "Comando"

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